Largos o cortos, da lo mismo.
"Los aullidos de dolor resonan en mi cabeza. No puedo concentrarme. Tengo miedo. ¿Alguien más los escucha? Si lo hacen, en cambio, no hacen nada para impedirlos. Que impotente me siento en esos momentos. Agarró mi cabeza con las dos manos y gritó. Gritó para intentar ahuyentar los aullidos de mi cabeza.Ellos no han echo nada para merecer ese castigo. El dolor esta en su cuerpo, esta en su corazón. En su mente inocente que no sabe lo que pasa exactamente. Por un momento las puertas se abren y enseñan sus afilados caninos. Quieren que tengamos miedo, quieren que suframos como lo hacen ellos cuando aquellas puertas se cierran, y nadie es capaz de hacer nada para impedir que sean maltratados otra vez.No sé que hacer. Odio no tener poder en mi vida, para poder ayudar. Para poder hacerles su existencia en este mundo más fácil de la nuestra. Los animales están para algo, y ese algo es para hacernos compañía y darnos amor cuando no lo recibimos de nuestros seres más cercanos; como la familia o amigos. Ellos se merecen mucho más que nosotros. ¿Qué hacen algunas personas? Lo abandonan como si de un juguete se tratase, se aburren de ellos y lo dejan a la intemperie de un futuro menos prometedor. Lo maltratan, como si fueran un saco de boxeo, como si fueran ellos los culpables de lo que le pase. Se desahogan con ellos…. Olvidan todo lo que esos animalitos han hecho por ellos.Y los dejan en la oscuridad del vació, de la soledad. Se olvidan que una vez han existido."
No sabes como me gustó verte sufrir."
"Ahí estabas tú. Riendo con tus amigos, sin darte cuenta de mi presencia. Te observaba desde la oscuridad de la sala. En todo momento quise acercarme a ti y hablar. No me atreví, la vergüenza me ganaba.
En un momento miraste a mi dirección, aún así no supiste de mí. ¿Tan indiferente te era? Siempre me preguntaba que tendría que hacer para llamar tu atención. Cuando por fin lo consigo, lo único que me das, es tu burla. Nunca me sentí tan humillada. Me dijiste <<Lo siento>> pero en cuanto tus amigos nos veían juntos cambiabas de actitud y tratabas de ridiculizarme.
Con el tiempo aprendí a alejarme y dejar que esto que sentía, se fuera desvaneciendo. El dolor era eterno. Pero un día, una sonrisa de satisfacción se estableció en mis labios, cuando me di cuenta como te dolía mi ignorancia.
No sabes como me gustó verte sufrir."
"Llego a casa después de un largo día. Subo las escaleras y voy directa al cuarto de baño. Me despojo de la ropa. Abro el grifo. Y no espero a que se caliente. El agua fría golpea mi piel. Un gemido sale de mis labios. Echo la cabeza hacia atrás dejando que el agua toque cada minúscula parte de mi cuerpo. Pasan los minutos y no siento nada. Ni frió, ni calor. Llevo días así. Luego de pensar, me doy cuenta de algo. Estoy en el mismo infierno, en donde no sientes nada. Y todo por mis pecados. Pecados que nunca se dirían en voz alta, son tan tormentosos, que te puede doler el alma con solo pronunciarlas."
"En mi diario escribí mis más oscuros secretos. Estos me carcomían la mente, y no me dejaban vivir, me acosaban día y noche.
Hasta el día de hoy, donde decido quemar aquellas páginas, las únicas que tenían poder en mí. Sonrío. Ni el mismísimo diablo podrá ahora, reconstruir aquellas cenizas. Mis secretos quedan a salvo. Lo sé."
¿Me tienes miedo? - preguntó con una sonrisa en los labios.
No, me tengo miedo a mí... Tengo miedo a no poder controlarme cuando estés cerca. Tengo miedo a cometer una locura...Tengo miedo de no saber que decir, de no saber reaccionar. Tengo miedo de... enamorarme.
Me han encantado todos los fragmentos, espero que sigas con la sección, me ha gustado mucho:)
ResponderEliminarQue bonitos me han gustado mucho. Espero que siga esta sección, me encanta
ResponderEliminar¡Hola! Estas nominada a los premios Liebster Awards en mi blog. Espero que puedas participar. Nos leemos :)
ResponderEliminarhttp://unaentradaaotrosmundos.blogspot.com.es/2015/09/premios-liebster-awards.html